Hace rato que no soñaba nada interesante, vaya ya hasta comenzaba a preocuparme. Pese a lo poco que dormí (ya llevo dos noches con insomnio) me gustaron las cosas que estuve soñando, me divirtieron mucho. Así que vine a compartirlas, esperando con ello hacer un pequeño cambio en mi maldito humor de ayer y hoy (dormir poco no me hace nada bien).
La historia que procedo a narrar es una que tiene un final feliz, una historia ciertamente algo incoherente en algunas partes pero en su mayoría bastante creíble e incluso graciosa. Comenzamos el relato con una pareja de policías: el que parecía tener más carácter era un hombre gordo y muy moreno, con una expresión de pocos amigos. El otro policía era un muchacho delgado, de facciones atractivas, tenía una sonrisa encantadora.
Dicha pareja de policías se encontraba investigando un caso sobre un homicidio, en dónde de alguna manera el vaticano parecía estar implicado (no pregunten, en mis sueños todo es posible). Constantemente los dos mencionaban que el secretario personal del Papa era uno de los principales sospechosos, y aparentemente la investigación era totalmente secreta.
Para fines de dicha investigación se le proporcionó a la pareja de policías un par de carros último modelo y deportivos, así como una tarjeta de crédito con buenos fondos. Sobra decir que los policías estaban encantados, y su primer acción de investigación consistió en la importantísima tarea de ir a un parque a comprar un helado.
En dicho parque, de apariencia sospechosa por la gran cantidad de niños terroristas que jugaban en cajas de arena, los policías observaron a una bonita muchacha de cabello negro trotando tranquilamente en el parque, al detective obeso la chica le llamò la atención desde ése primer momento. Se levantó de su asiento sin decir nada, se acercó a la joven y le hablo con tal rudeza que la pobre muchacha cambió su sonrisa por una mueca de furia.
Fue así como dio inicio una carrera. Ella intentaba huir del gordo y tosco policía que la acosaba, mientras que, contra todo pronóstico, el policía obeso literalmente le pisaba los talones. Sin embargo, nuestra astuta protagonista no iba a ceder tan rápido ante un cazador tan repulsivo, se metió por un callejón tan estrecho que apenas ella cabía.
Era un momento de tensión, ella avanzaba lentamente por el callejón hasta llegar a una parte más amplica con una tabla recargada en la pared, la cual movió y se asomó buscando a su acosador, que al no caber por el callejón se dio la vuelta pra buscar otro camino...su sorpresa fue que no había nada a la vista, por lo que ella salió confiada del callejón. Fue una ilusa, pues el policía estaba escondido y al verla la jalo del cabello, arrastrándola hasta otro lugar en dónde le pidió una cita. La pobre idiota no tuvo más remedio que decir: sí.
Llegado el día de la cita, la muchacha puntual acudió al hotel en dónde el gordo le había pedido asistiera. Estaba furiosa consigo misma, y de hecho no iba tan formalmente vestida pues no intentaba impresionar a nadie. Al entrar, se sorprendió al ver al tosco policía convertido en un caballero (aunque seguía siendo gordo xD). Le abrió la puerta cortésmente, le invitó a cenar en un ámbiente romántico. Había petálos de rosas adornando la escena, música suave, velas, una apetitosa comida, vajilla de gala y una botella de buen champagne. La conversación fue fluida, natural y ella se dejo seducir por el policía panzón.
Mi cabeza no dio lugar a la escena pornográfica, pero bien se noto que algo paso entre los dos pues cuando el compañero de nuestro gordo policía entro alterado buscándolo, la chica estaba acostada sobre el pecho del moreno, acariciando su abultado abdomen. Rápidamente el policía guapo le informó a su compañero que tenía una pista, y el otro se levantó de la cama para vestirse.
Antes de salir, el policía tosco volvió los ojos a la muchacha, que esperaba una palabra de aliento, quizá un "volveré pronto" o algo...pero lo único que recibió fue un "Hay que limpiar esto"....entonces de nuevo la mueca de sonrisa se desvaneció, la joven se levantó totalmente fúrica y le espetó al policía que no era su criada. Tomó sus cosas, se vistió y salió de la habitación hecha una fiera, nunca nadie la había hecho sentir princesa y después criada. Entonces el policía gordo suspiró, le dijo a su compañero que tendrían que convencer a un mayordomo de que limpiase el cuarto por ellos (algo estúpido... xD al entregar la habitación siempre entran las de la limpieza). Total que se fueron a buscar al mayordomo en cuestión, y finalmente decidieron que le pedirían el favor al viejito que les estaba lavando los coches. Para convencerlo, le dieron las llaves de uno de los carros y literalmente se lo regalaron.
Entonces se embarcaron tras la pista, que al final no supe ni que onda porque mi cabeza paso a otra escena.
Mi angustiado hermano, aunque más que mi hermano de sangre era César, estaba muy preocupado porque se estaba obsesionando con uno de sus profesores a un nivel verdaderamente peligroso, se lo comunicó a mis padres y ellos decidieron que para ponerle fin al suplicio llamarían al Papa (quien se suponìa tenìa vínculos con la familia LMAO), cuando la asistente del Papa, una hermosa rubia, contestò el llamado y mi angustiado padre le informó la situación, ella le dijo que el Sumo Pontífice estaba muy ocupado, pero mi padre insistió en que era de vida o muerte, doblegando así el corazón de la rubia.
La joven mujer llevó el celular al Papa, que se preparaba para dar una conferencia seguido por su secretario personal, quien hizo un gesto al ver al anciano tomar el teléfono y atender el llamado. Ahora, debo decir que el Papa era un hombre joven (seguramente como de 45 años) tenía una barba gris a la Venustiano Carranza y usaba unas gafas cuadradas. Atendió el llamado de mi padre y accedió a escuchar a mi hermano. Sus palabras fueron como el oasis en el desierto, iluminaron a don César totalmente, pues incluso al colgar estaba tan agradecido que hizo una dotación de 30 pesos al Papa (lo sé, demasiado dinero. Para toda una vida). Entonces aparecí yo, con mi carota de incrédula preguntando si con 300 oraciones se libraría de una obsesión, César me respondió que si hubiese hablado con él (el Papa) me sentiría tan liberada como él.
Después volvemos al navío del Sumo Pontífice, un tremendo transporte áereo que en sí no era un avión, aunque tampoco sé decir que era. Parecia de esas naves alienígenas sacadas de las películas....El secretario del Sumo Pontífice estaba muy molesto con él por ser tan "bueno", pero reconocía que la rubia era muy eficiente cuando la mujer les llevó café. Así bien, su mal genio incrementó porque escuchó a la chica decirle al Papa que quería convertirse en madre, a lo que el barbón la alentó. El secretario estaba fúrico, y mientras la rubia se imaginaba embarazada, él la imaginaba sin embarazar, ella insistía en verse con una panza, y él rompía la ilusión porque ella debía seguir trabajando para el Papa (literalmente eso pasaba en mi sueño xDD, a la chica la veía de cuerpo completo pero del secretario sólo veía una tremenda cabezota). El chantaje del secretario era en relación al salario del Papa (la grandiosa cantidad de 500 pesos, más los 30 de mi hermano xD), por lo que le dijo que el Pontífice no recibiría nada nunca más si ella renunciaba...y ella, aferrada a su ilusión decidió que quería embarazarse, aunque estaba temerosa por el pontífice, no se imaginaba la maldad del otro....¡Y vaya que era malo! tan malo como para mentalmente arrebatarle el sobre amarillo y arrojarlo al piso, para que se deslizara bajo una puerta del navío y cayera.
La rubia se arrepintió y corrió a intentar rescatar el sobre, abrió la puerta y se arrojó para atraparlo. Rogó a Dios que la salvará y cuando abrió los ojos estaba sobre una superficie, abrazando el sobre amarillo...pronto cayó en la cuenta que era una de las alas del navío y la velocidad la obligó a soltarse y caer de nuevo...volvió a cerrar los ojos y rezar, xD de la nada apareció un paracaídas y ella exclamó algo como "rezar a Dios es totalmente eficiente", cosa que me hizo pensar que eso parecía un anuncio publicitario.
Entonces de la nada se resolvió todo, la rubia testificó contra el malvado secretario y el Papa recibió su salario, el departamento de policías felicitó al obeso detective y su compañero, incluso les dieron medalla de honor por valor. Cuando el detective atractivo recibió la suya, se la dedicó a su amada y ante los sorprendidos ojos del detective panzón, la chica del parque apareció sonriente, abrazó y beso al detective e incluso admitió que estaba embarazada de él. Y todos fueron felices....
:/ Je, un sueño algo bizarro...xD pero al menos ha sido el más entretenido y divertido de la semana.
Investigaciones...
La historia que procedo a narrar es una que tiene un final feliz, una historia ciertamente algo incoherente en algunas partes pero en su mayoría bastante creíble e incluso graciosa. Comenzamos el relato con una pareja de policías: el que parecía tener más carácter era un hombre gordo y muy moreno, con una expresión de pocos amigos. El otro policía era un muchacho delgado, de facciones atractivas, tenía una sonrisa encantadora.
Dicha pareja de policías se encontraba investigando un caso sobre un homicidio, en dónde de alguna manera el vaticano parecía estar implicado (no pregunten, en mis sueños todo es posible). Constantemente los dos mencionaban que el secretario personal del Papa era uno de los principales sospechosos, y aparentemente la investigación era totalmente secreta.
Para fines de dicha investigación se le proporcionó a la pareja de policías un par de carros último modelo y deportivos, así como una tarjeta de crédito con buenos fondos. Sobra decir que los policías estaban encantados, y su primer acción de investigación consistió en la importantísima tarea de ir a un parque a comprar un helado.
En dicho parque, de apariencia sospechosa por la gran cantidad de niños terroristas que jugaban en cajas de arena, los policías observaron a una bonita muchacha de cabello negro trotando tranquilamente en el parque, al detective obeso la chica le llamò la atención desde ése primer momento. Se levantó de su asiento sin decir nada, se acercó a la joven y le hablo con tal rudeza que la pobre muchacha cambió su sonrisa por una mueca de furia.
Fue así como dio inicio una carrera. Ella intentaba huir del gordo y tosco policía que la acosaba, mientras que, contra todo pronóstico, el policía obeso literalmente le pisaba los talones. Sin embargo, nuestra astuta protagonista no iba a ceder tan rápido ante un cazador tan repulsivo, se metió por un callejón tan estrecho que apenas ella cabía.
Era un momento de tensión, ella avanzaba lentamente por el callejón hasta llegar a una parte más amplica con una tabla recargada en la pared, la cual movió y se asomó buscando a su acosador, que al no caber por el callejón se dio la vuelta pra buscar otro camino...su sorpresa fue que no había nada a la vista, por lo que ella salió confiada del callejón. Fue una ilusa, pues el policía estaba escondido y al verla la jalo del cabello, arrastrándola hasta otro lugar en dónde le pidió una cita. La pobre idiota no tuvo más remedio que decir: sí.
Llegado el día de la cita, la muchacha puntual acudió al hotel en dónde el gordo le había pedido asistiera. Estaba furiosa consigo misma, y de hecho no iba tan formalmente vestida pues no intentaba impresionar a nadie. Al entrar, se sorprendió al ver al tosco policía convertido en un caballero (aunque seguía siendo gordo xD). Le abrió la puerta cortésmente, le invitó a cenar en un ámbiente romántico. Había petálos de rosas adornando la escena, música suave, velas, una apetitosa comida, vajilla de gala y una botella de buen champagne. La conversación fue fluida, natural y ella se dejo seducir por el policía panzón.
Mi cabeza no dio lugar a la escena pornográfica, pero bien se noto que algo paso entre los dos pues cuando el compañero de nuestro gordo policía entro alterado buscándolo, la chica estaba acostada sobre el pecho del moreno, acariciando su abultado abdomen. Rápidamente el policía guapo le informó a su compañero que tenía una pista, y el otro se levantó de la cama para vestirse.
Antes de salir, el policía tosco volvió los ojos a la muchacha, que esperaba una palabra de aliento, quizá un "volveré pronto" o algo...pero lo único que recibió fue un "Hay que limpiar esto"....entonces de nuevo la mueca de sonrisa se desvaneció, la joven se levantó totalmente fúrica y le espetó al policía que no era su criada. Tomó sus cosas, se vistió y salió de la habitación hecha una fiera, nunca nadie la había hecho sentir princesa y después criada. Entonces el policía gordo suspiró, le dijo a su compañero que tendrían que convencer a un mayordomo de que limpiase el cuarto por ellos (algo estúpido... xD al entregar la habitación siempre entran las de la limpieza). Total que se fueron a buscar al mayordomo en cuestión, y finalmente decidieron que le pedirían el favor al viejito que les estaba lavando los coches. Para convencerlo, le dieron las llaves de uno de los carros y literalmente se lo regalaron.
Entonces se embarcaron tras la pista, que al final no supe ni que onda porque mi cabeza paso a otra escena.
Mi angustiado hermano, aunque más que mi hermano de sangre era César, estaba muy preocupado porque se estaba obsesionando con uno de sus profesores a un nivel verdaderamente peligroso, se lo comunicó a mis padres y ellos decidieron que para ponerle fin al suplicio llamarían al Papa (quien se suponìa tenìa vínculos con la familia LMAO), cuando la asistente del Papa, una hermosa rubia, contestò el llamado y mi angustiado padre le informó la situación, ella le dijo que el Sumo Pontífice estaba muy ocupado, pero mi padre insistió en que era de vida o muerte, doblegando así el corazón de la rubia.
La joven mujer llevó el celular al Papa, que se preparaba para dar una conferencia seguido por su secretario personal, quien hizo un gesto al ver al anciano tomar el teléfono y atender el llamado. Ahora, debo decir que el Papa era un hombre joven (seguramente como de 45 años) tenía una barba gris a la Venustiano Carranza y usaba unas gafas cuadradas. Atendió el llamado de mi padre y accedió a escuchar a mi hermano. Sus palabras fueron como el oasis en el desierto, iluminaron a don César totalmente, pues incluso al colgar estaba tan agradecido que hizo una dotación de 30 pesos al Papa (lo sé, demasiado dinero. Para toda una vida). Entonces aparecí yo, con mi carota de incrédula preguntando si con 300 oraciones se libraría de una obsesión, César me respondió que si hubiese hablado con él (el Papa) me sentiría tan liberada como él.
Después volvemos al navío del Sumo Pontífice, un tremendo transporte áereo que en sí no era un avión, aunque tampoco sé decir que era. Parecia de esas naves alienígenas sacadas de las películas....El secretario del Sumo Pontífice estaba muy molesto con él por ser tan "bueno", pero reconocía que la rubia era muy eficiente cuando la mujer les llevó café. Así bien, su mal genio incrementó porque escuchó a la chica decirle al Papa que quería convertirse en madre, a lo que el barbón la alentó. El secretario estaba fúrico, y mientras la rubia se imaginaba embarazada, él la imaginaba sin embarazar, ella insistía en verse con una panza, y él rompía la ilusión porque ella debía seguir trabajando para el Papa (literalmente eso pasaba en mi sueño xDD, a la chica la veía de cuerpo completo pero del secretario sólo veía una tremenda cabezota). El chantaje del secretario era en relación al salario del Papa (la grandiosa cantidad de 500 pesos, más los 30 de mi hermano xD), por lo que le dijo que el Pontífice no recibiría nada nunca más si ella renunciaba...y ella, aferrada a su ilusión decidió que quería embarazarse, aunque estaba temerosa por el pontífice, no se imaginaba la maldad del otro....¡Y vaya que era malo! tan malo como para mentalmente arrebatarle el sobre amarillo y arrojarlo al piso, para que se deslizara bajo una puerta del navío y cayera.
La rubia se arrepintió y corrió a intentar rescatar el sobre, abrió la puerta y se arrojó para atraparlo. Rogó a Dios que la salvará y cuando abrió los ojos estaba sobre una superficie, abrazando el sobre amarillo...pronto cayó en la cuenta que era una de las alas del navío y la velocidad la obligó a soltarse y caer de nuevo...volvió a cerrar los ojos y rezar, xD de la nada apareció un paracaídas y ella exclamó algo como "rezar a Dios es totalmente eficiente", cosa que me hizo pensar que eso parecía un anuncio publicitario.
Entonces de la nada se resolvió todo, la rubia testificó contra el malvado secretario y el Papa recibió su salario, el departamento de policías felicitó al obeso detective y su compañero, incluso les dieron medalla de honor por valor. Cuando el detective atractivo recibió la suya, se la dedicó a su amada y ante los sorprendidos ojos del detective panzón, la chica del parque apareció sonriente, abrazó y beso al detective e incluso admitió que estaba embarazada de él. Y todos fueron felices....
:/ Je, un sueño algo bizarro...xD pero al menos ha sido el más entretenido y divertido de la semana.
0 comentarios:
Publicar un comentario